jueves, 5 de diciembre de 2013

Elegía ! / Jordi Sierra i Fabra

"No importa por qué estás vivo: estás vivo
No importa por qué vives: vives
No te preguntes qué haces aquí: haz algo
No importa lo que tienes, sino en qué lo empleas

No importa quién eres, sino qué eres
No Importa cuanto hagas, sino por qué lo haces
No te preguntes si lo mereces, gánalo
No importa cuanto vales, sino si vales algo

No importa de dónde vienes, sino a dónde vas
No importa a dónde vas, sino ir a alguna parte
No importa a qué parte llegues, sino llegar
No importa llegar, sino hacerlo bien..."

Elegía #1. Jordi Sierra i Fabra.
"No importa por qué estás vivo: estás vivo
No importa por qué vives: vives
No te preguntes qué haces aquí: haz algo
No importa lo que tienes, sino en qué lo empleas

No importa quién eres, sino qué eres
No Importa cuanto hagas, sino por qué lo haces
No te preguntes si lo mereces, gánalo
No importa cuanto vales, sino si vales algo

No importa de dónde vienes, sino a dónde vas
No importa a dónde vas, sino ir a alguna parte
No importa a qué parte llegues, sino llegar
No importa llegar, sino hacerlo bien..."

Elegía #1. Jordi Sierra i Fabra.

jueves, 14 de noviembre de 2013

UN ACERCAMIENTO A LA LITERATURA INFANTIL

UN ACERCAMIENTO A LA LITERATURA INFANTIL
desde la biblioteca UNITROPICO
con los niños que nos visitan con frecuencia




Vamos a ver cómo es

el Reino del Revés 

de Maria Elena Walsh



Me dijeron que en el Reino del Revés
nada el pájaro y vuela el pez,
que los gatos no hacen miau y dicen yes
porque estudian mucho inglés.
Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés.
Me dijeron que en el Reino del Revés
nadie baila con los pies,
que un ladrón es vigilante y otro es juez
y que dos y dos son tres.
Me dijeron que en el Reino del Revés
cabe un oso en una nuez,
que usan barbas y bigotes los bebés
y que un año dura un mes.
Me dijeron que en el Reino del Revés
hay un perro pequinés,
que se cae para arriba y una vez...
no pudo bajar después.
Me dijeron que en el Reino del Revés
un señor llamado Andrés
tiene 1530 chimpancés,
que si miras no los ves.
Me dijeron que en el Reino del Revés
una araña y un ciempiés
van montados al palacio del Marqués
en caballos de ajedrez.



http://www.me.gov.ar/efeme/mewalsh/elreino.html


Un acercamiento a la literatura infantil 

Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés / 
Maria Elena Walsh
Me dijeron que en el Reino del Revés
nada el pájaro y vuela el pez,
que los gatos no hacen miau y dicen yes
porque estudian mucho inglés.
Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés.
Me dijeron que en el Reino del Revés
nadie baila con los pies,
que un ladrón es vigilante y otro es juez
y que dos y dos son tres.
Me dijeron que en el Reino del Revés
cabe un oso en una nuez,
que usan barbas y bigotes los bebés
y que un año dura un mes.
Me dijeron que en el Reino del Revés
hay un perro pequinés,
que se cae para arriba y una vez...
no pudo bajar después.
Me dijeron que en el Reino del Revés
un señor llamado Andrés
tiene 1530 chimpancés,
que si miras no los ves.
Me dijeron que en el Reino del Revés
una araña y un ciempiés
van montados al palacio del Marqués
en caballos de ajedrez.



http://www.me.gov.ar/efeme/mewalsh/elreino.html

Un acercamiento a la literatura infantil 

Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés /
Maria Elena Walsh
Me dijeron que en el Reino del Revés
nada el pájaro y vuela el pez,
que los gatos no hacen miau y dicen yes
porque estudian mucho inglés.
Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés.
Me dijeron que en el Reino del Revés
nadie baila con los pies,
que un ladrón es vigilante y otro es juez
y que dos y dos son tres.
Me dijeron que en el Reino del Revés 
cabe un oso en una nuez,
que usan barbas y bigotes los bebés 
y que un año dura un mes.
Me dijeron que en el Reino del Revés 
hay un perro pequinés,
que se cae para arriba y una vez... 
no pudo bajar después.
Me dijeron que en el Reino del Revés 
un señor llamado Andrés
tiene 1530 chimpancés, 
que si miras no los ves.

Me dijeron que en el Reino del Revés 
una araña y un ciempiés
van montados al palacio del Marqués 
en caballos de ajedrez.



http://www.me.gov.ar/efeme/mewalsh/elreino.html



Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés.









































Me dijeron que en el Reino del Revés
nada el pájaro y vuela el pez,
que los gatos no hacen miau y dicen yes
porque estudian mucho inglés.
Vamos a ver cómo es
el Reino del Revés.
Me dijeron que en el Reino del Revés
nadie baila con los pies,
que un ladrón es vigilante y otro es juez
y que dos y dos son tres.
Me dijeron que en el Reino del Revés 
cabe un oso en una nuez,
que usan barbas y bigotes los bebés 
y que un año dura un mes.
Me dijeron que en el Reino del Revés 
hay un perro pequinés,
que se cae para arriba y una vez... 
no pudo bajar después.
Me dijeron que en el Reino del Revés 
un señor llamado Andrés
tiene 1530 chimpancés, 
que si miras no los ves.

Me dijeron que en el Reino del Revés 
una araña y un ciempiés
van montados al palacio del Marqués 
en caballos de ajedrez.






https://www.google.com.co/?gws_rd=cr&ei=VIiFUqHMH4fnsATZkoGYBw#q=maria+elena+walsh+el+reino+del+reves


jueves, 7 de noviembre de 2013


Las TIC's no han desplazado las técnicas de estudio

"Lo fundamental de todo proceso pedagógico es el aprendizaje y no
la enseñanza. Es el aprendizaje
del estudiante y su participación el logro deseado."
 (Unesco, 1995)


por Luis Emiro Álvarez
Yopal, noviembre de 2013

Ante las múltiples propuestas de trabajo académico que nos brindan las TIC's (Tecnologías e la información y el conocimiento) muchos hemos creído que las técnicas de estudio son innecesarias. Y sucede todo lo contrario.  Cuando no hemos aprendido hábitos de estudio, o no nos alcanza el tiempo, o carecemos de un orden para tomar apuntes, o ignoramos el valor de usar los mapas conceptuales, o no distinguimos un resumen de una reseña, o ignoramos las partes que componen un libro, o desconocemos o confundimos los términos básicos del mundo editorial y/o librero, o nunca planeamos las actividades extracurriculares como visitar las bibliotecas o consultar en la web, conversar con expertos o asesores, formular preguntas, entre muchas otras actividades académicas, por ende,  se nos obstaculiza la comprensión plena o parcial de un nuevo contenido sea en soporte de papel (libro, periódico, separata, revista, entre otros soportes) o  electrónico o afín. 

A veces se nos van las luces y perdemos el norte cuando olvidamos:  1. Realizar resúmenes, esbozos o apuntes de lo que leemos o vemos o escuchamos sea en un texto escrito,  en una película, en un vídeo, en un programa de televisión o en todos los anteriores. Además, nunca les anotamos la fecha del momento cuando lo escribimos. Pasamos por alto la elaboración de borradores para llegar al texto final.   
   2. Verificar los datos de actualidad del texto que leemos: fecha y fuente de publicación 3. Por el manejo del tiempo 
4. Por no establecer objetivos y prioridades en las actividades académicas 5. Por carecer de planes de descanso y esparcimiento reales y no enfatizados sólo en los que propone  la sociedad de consumo.

Entre los servicios bibliotecarios que se ofrecen actualmente se encuentra uno que se ha transformado al ritmo de las innovaciones tecnológicas mencionadas en el primer párrafo; tradicionalmente se le conocía como servicio de referencia, ahora se enlaza con la educación de usuarios y se le suma la inmensa gama de oportunidades de leer y escribir, casi que se establecen diálogos, debates y dicensos con sus autores en un TU A TU donde las diferencias de puntos de vista permiten otras lógicas en la construcción de nuevos conocimientos, fin último de la investigación, y todo ello, gracias al universo web. A este conjunto de acciones, se le denomina ahora alfabetización informacional, el nuevo reto de biblioteca universitaria contemporánea, que en el caso de Unitrópico, se les extraña cuando no vuelven.  
  
Algunas técnicas de estudio que siguen vigentes en los tiempos de las TIC'S
De la importancia de los diccionarios, la precisión en el uso del lenguaje y las prácticas investigativas

viernes, 18 de octubre de 2013

Sobre la redacción técnica y científica (2) enlaces claves:

Sobre la redacción técnica y científica (2) enlaces claves: Esta labor de redactar en términos técnicos y científicos los informes, los trabajos de grado empieza desde el primer semestre. Tanto las instituciones universitarias, editoriales y afines que tiene como misión divulgar los avances científicos También se llega a la conclusión más importante: si quien investiga o diseña o inventa o innova o modifica no cuenta, no divulga, no ha avanzado ni un solo paso. Es preciso entonces acceder al lenguaje propio de la ciencia. En el país contamos con un instituto que redacta normas técnicas y que a su vez son homologadas con las normas ISO para participar en entornos internacionales es un sello de calidad en diversas disciplinas y frente a la producción académica cuenta con unas normas de documentación sencillas, de fácil aplicación y que durante la realización de los estudios de pre-grado permiten que a través de la carrera, paso a paso, se consoliden dichos hábitos. . ICONTEC "> ICONTEC
sobre redacción técnica y científica - 2 - enlaces claves Cada publicación seriada cuenta con su propio manual de estilo, es decir, señala con precisión las normas técnicas para la redacción de sus propias publicaciones. Muchas de ellas buscan acoplarse a cada disciplina. En esta entrega el enlace será con las diversas ediciones de la normativa de ICONTEC (Instituto Colombiano de Normas Técnicas)

lunes, 9 de septiembre de 2013

Del amor, UNA VERSIÓN PARA SENTIRNOS MÁS HUMANOS <los ultimos dias de una casa / Dulce María Loynaz, poeta cubana A mi más hermana que prima, Nena A. de Echeverría No sé por qué se ha hecho desde hace tantos días este extraño silencio: silencio sin perfiles, sin aristas, que me penetra como un agua sorda. Como marea en vilo por la luna, el silencio me cubre lentamente. Me siento sumergida en él, pegada su baba a mis paredes; y nada puedo hacer para arrancármelo, para salir a flote y respirar de nuevo el aire vivo, lleno de sol, de polen, de zumbidos. Nadie puede decir que he sido yo una casa silenciosa; por el contrario, a muchos muchas veces rasgué la seda pálida del sueño -el nocturno capullo en que se envuelven-, con mi piano crecido en la alta noche, las risas y los cantos de los jóvenes y aquella efervescencia de la vida que ha borbotado siempre en mis ventanas como en los ojos de las mujeres enamoradas. No me han faltado, claro está, días en blanco. Sí, días sin palabras que decir en que hasta el leve roce de una hoja pudo sonar mil veces aumentado con una resonancia de tambores. Pero el silencio era distinto entonces: era un silencio con sabor humano. Quiero decir que provenía de "ellos", los que dentro de mí partían el pan; de ellos o de algo suyo, como la propia ausencia, una ausencia cargada de regresos, porque pese a sus pies, yendo y viniendo, yo los sentía siempre unidos a mí por alguna cuerda invisible, íntimamente maternal, nutricia. Y es que el hombre, aunque no lo sepa, unido está a su casa poco menos que el molusco a su concha. No se quiebra esta unión sin que algo muera en la casa, en el hombre... O en los dos. Decía que he tenido también mis días silenciosos: era cuando los míos marchaban de viaje, y cuando no marcharon también... Aquel verano -¡cómo lo he recordado siempre!- en que se nos murió la mayor de las niñas de difteria. Ya no se mueren niños de difteria; pero en mi tiempo -bien lo sé...- algunos se morían todavía. Acaso Ana María fue la última, con su pelito rubio y aquel nido de ruiseñores lentamente desmigajado en su garganta... Esto pasó en mi tiempo; ya no pasa. Puedo hablar de mi tiempo melancólicamente, como las personas que empiezan a envejecer, pues en verdad soy ya una casa vieja. Soy una casa vieja, lo comprendo. Poco a poco -sumida en estupor- he visto desaparecer a casi todas mis hermanas, y en su lugar alzarse a las intrusas, poderosos los flancos, alta y desafiadora la cerviz. Una a una, a su turno, ellas me han ido rodeando a manera de ejército victorioso que invade los antiguos espacios de verdura, desencaja los árboles, las verjas, pisotea las flores. Es triste confesarlo, pero me siento ya su prisionera, extranjera en mi propio reino, desposeída de los bienes que siempre fueron míos. No hay para mí camino que no tropiece con sus muros; no hay cielo que sus muros no recorten. Haciendo de él, botín de guerra, las nuevas estructuras se han repartido mi paisaje: del sol apenas me dejaron una ración minúscula, y desde que llegara la primera puso en fuga la orquesta de los pájaros. Cuando me hicieron, yo veía el mar. Lo veía naturalmente, cerca de mí, como un amigo; y nos saludábamos todas las mañanas de Dios al salir juntos de la noche, que entonces era la única que conseguía poner entre él y yo su cuerpo alígero, palpitante de lunas y rocíos. Y aun a través de ella, yo sabía adivinar el mar; puede decir que me lo respiraba en el relente azul, y que seguía teniéndolo, durmiendo al lado suyo como la esposa al lado del esposo. Ahora, hace ya mucho tiempo que he perdido también el mar. Perdí su compañía, su presencia, su olor, que era distinto al de las flores, y acaso percibía sólo yo. Perdí hasta su memoria. No recuerdo por dónde el sol se le ponía. No acierto si era malva o era púrpura el tinte de sus aguas vesperales, ni si alciones de plata le volaban sobre la cresta de sus olas... No recuerdo, no sé... Yo, que le deshojaba los crepúsculos, igual que pétalos de rosas. Tal vez el mar no exista ya tampoco. O lo hayan cambiado de lugar. O de sustancia. Y todo: el mar, el aire, los jardines, los pájaros, se haya vuelto también de piedra gris, de cemento sin nombre. Cemento perforado. El mundo se nos hace de cemento. Cemento perforado es una casa. Y el mundo es ya pequeño, sin que nadie lo entienda, para hombres que viven, sin embargo, en aquellos sus mínimos taladros, hechos con arte que se llama nueva, pero que yo olvidé de puro vieja, cuando la abeja fabricaba miel y el hormiguero, huérfano de sol, me horadaba el jardín. Ni aun para morirse espacio hay en esas casas nuevas; y si alguien muere, todos tienen prisa por sacarlo y llevarlo a otras mansiones labradas sólo para eso: acomodar los muertos de cada día. Tampoco nadie nace en ellas. No diré que el espacio ande por medio; mas lo cierto es que hay casas de nacer, al igual que recintos destinados a recibir la muerte colectiva. Esto me hace pensar con la nostalgia que le aprendí a los hombres mismos, que en lo adelante no se verá ninguna de nosotras -como se vieron tantas en mi época- condecoradas con la noble tarja de mármol o de bronce, cáliz de nuestra voz diciendo al mundo que nos naciera allí un tribuno antiguo, un sabio con el alma y la barba de armiño, un héroe amado de los dioses. No fui yo ciertamente de aquellas que alcanzaron tal honor, porque las gentes que yo vi nacer en verdad fueron siempre demasiado felices; y ya se sabe, no es posible serlo tanto y ser también otras hermosas cosas. Sin embargo, recuerdo que cuando sucedió lo de la niña, el padre se escondía para llorar y escribir versos... Serían versos sin rigor de talla, cuajados sólo para darle caminos a la pena... Por cierto que la otra mañana, cuando sacaron el bargueño grande, volcando las gavetas por el suelo, me pareció verlos volar con las facturas viejas y los retratos de parientes desconocidos y difuntos. Me pareció. No estoy segura. Y pienso ahora, porque es de pensar, en esa extraña fuga de los muebles: el sofá de los novios, el piano de la abuela y el gran espejo con dorado marco donde los viejos se miraron jóvenes, guardando todavía sus imágenes bajo un formol de luces melancólicas. No ha sido simplemente un trasiego de muebles. Otras veces también se los llevaron -nunca el piano, el espejo-, pero era sólo por cambiar aquéllos por otros más modernos y lujosos. Ahora han sido todos arrasados de sus huecos, los huecos donde algunos habían echado ya raíces... Y digo esto por lo que dolieron los últimos tirones; y por las manchas como sajaduras que dejaron en suelo y en paredes. Son manchas que persisten y afectan vagamente las formas desaparecidas, y me quedan igual que cicatrices regadas por el cuerpo. Todo esto es muy raro. Cae la noche y yo empiezo a sentir no sé qué miedo: miedo de este silencio, de esta calma, de estos papeles viejos que la brisa remueve vanamente en el jardín. Otro día ha pasado y nadie se me acerca. Me siento ya una casa enferma, una casa leprosa. Es necesario que alguien venga a recoger los mangos que se caen en el patio y se pierden sin que nadie les tiente la dulzura. Es necesario que alguien venga a cerrar la ventana del comedor, que se ha quedado abierta, y anoche entraron los murciélagos... Es necesario que alguien venga a ordenar, a gritar, a cualquier cosa. ¡Con tanta gente que ha vivido en mí, y que de pronto se me vayan todos! Comprenderán que tengo que decir palabras insensatas. Es algo que no entiendo todavía, como no entiende nadie una injusticia que, más que de los hombres, fuera injusticia del destino. Que pase una la vida guareciendo los sueños de esos hombres, prestándoles calor, aliento, abrigo; que sea una la piedra de fundar posteridad, familia, y de verla crecer y levantarla, y ser al mismo tiempo cimiento, pedestal, arca de alianza... Y luego no ser más que un cascarón vacío que se deja, una ropa sin cuerpo que se cae. No he de caerme, no, que yo soy fuerte. En vano me embistieron los ciclones y me ha roído el tiempo hueso y carne, y la humedad me ha abierto úlceras verdes. Con un poco de cal yo me compongo: con un poco de cal y de ternura... De eso mismo sería, de mis adoleceres y remedios, de lo que hablaba mi señor la tarde última con aquellos otros que me medían muros, huerto, patio y hasta el solar de paz en que me siento. Y sin embargo, mal sabor de boca me dejaron los hombres medidores, y la mujer que vino luego poniendo precio a mi cancela; a ella le hubiera preguntado cuánto valían sus riñones y su lengua. No han vuelto más, pero tampoco ha vuelto nadie. El polvo me empaña los cristales y no me deja ver si alguien se acerca. El polvo es malo... Bien hacían las mujeres que conocí en aborrecerlo... Allá lejos la familiar campana de la iglesia aún me hace compañía, y en este mediodía, sin relojes, sin tiempo, acaban de sonar lentamente las tres... Las tres era la hora en que la madre se sentaba a coser con las muchachas y pasaban refrescos en bandejas; la hora del rosicler de las sandías, escarchado de azúcar y de nieve, y del sueño cosido a los holanes... Las tres era la hora en que... ¡La puerta! ¡La puerta que ha crujido abajo! ¡La están abriendo, sí!... La abrieron ya. Pisadas en tropel avanzan, suben... ¡Ellos han vuelto al fin! Yo lo sabía; yo no he dejado un día de esperarlos... ¡Ay frutas que granan en mis frutales! ¡Ay campana que suenas otra vez la hora de mi dicha! La hora de mi dicha no ha durado una hora siquiera. Ellos vinieron, sí... Ayer vinieron. Pero se fueron pronto. Buscaban algo que no hallaron. ¿Y qué se puede hallar en una casa vacía sino el ansia de no serlo más tiempo? ¿Y qué perdían ellos en mí que no fuera yo misma? Pero teniéndome, seguían buscando... Después, la más pequeña fue al jardín y me arrancó el rosal de enredadera; se lo llevó con ella no sé adónde. Mi dueño antes de irse, volvióse en el umbral para mirarme, y me miró pausada, largamente, como los hombres miran a sus muertos, a través de un cristal inexorable... Pero no había entre él y yo cristal alguno ni yo estaba muerta, sino gozosa de sentir su aliento, el aprendido musgo de su mano. Y no entendía, porque me miraba con pañuelos de adioses contenidos, con anticipaciones de gusanos, con ojos de remordimiento. Se fueron ya. Tal vez vuelvan mañana. Y tal vez a quedarse, como antes... Si la ausencia va en serio, si no vienen hasta mucho más tarde, se me va a hacer muy largo este verano, muy largo con la lluvia y los mosquitos y el aguafuerte de sus días ácidos. Pero por mucho que demoren, para diciembre al fin regresarán, porque la Nochebuena se pasa siempre en casa. El que nació sin casa ha hecho que nosotras, las buenas casas de la tierra, tengamos nuestra noche de gloria en esa noche; la noche suya es, pues, la noche nuestra: nocturno de belenes y alfajores, villancico de anémonas, cantar de la inocencia recuperada... De esperarla se alegra el corazón, y de esperar en ella lo que espera. De Nochebuenas creo que podría ensartarme yo un rosario como el de las abuelas reunidas al amor de mis veladas, y como ellas, repasar sus cuentas en estos días tristes, empezando por la primera en que jugaron los recién casados, que estrenaban el hueco de mis alas a ser padres de todos los chiquillos de los alrededores... ¡Qué fiesta de patines y de aros, de pelotas azules y muñecas en cajas de cartón! ¡Y qué luz en las caras mal lavadas de los chiquillos, y en la de Él y la de Ella, adivinando, olfateando por el aire el suyo! Cuenta por cuenta, llegaría sin darme cuenta a la del año 1910, que fue muy triste, porque sobraban los juguetes y nos faltaba la pequeña... Así mismo: al revés de tantas veces, en que son los juguetes los que faltan; aunque en verdad los niños nunca sobren... ¡Pero vinieron otros niños luego! Y los niños crecieron y trajeron más niños... Y la vida era así: un renuevo de vidas, una noria de ilusiones. Y yo era el círculo en que se movía, el cauce de su cálido fluir, la orilla cierta de sus aguas. Yo era... Pero yo soy todavía. En mi regazo caben siete hornadas más de hombres, siete cosechas, siete vendimias de sus inquietudes. Yo no me canso. Ellos sí se cansan. Yo soy toda a lo largo y a lo ancho. Mi vida entera puede pasar por el rosario, pues aunque ha sido ciertamente una vida muy larga, me fue dado vivirla sin premuras, hacerla fina como un hilo de agua. Y llegaría así a la Nochebuena del año que pasó. No fue de las mejores. Tal vez el vino se derramó en la mesa. O el salero... Tal vez esta tristeza, que pronto habría de ser el único sabor de mi sal y mi vino, ya estaba en cada uno sin saberlo, como en vientre de nube el agua por caer. Ahora la tristeza es sólo mía, al modo de un amor que no se comparte con nadie. Si era lluvia, cayó sobre mis lomos; si era nube, prendida está a mis huesos. Y no es preciso repetirlo mucho: por más que no conozca todavía su nombre ni su rostro, es la cosa más mía que he tenido -yo que he tenido tanto-... La tristeza. ¿Y de qué hablaba aquí? Resbalo en mis propios recuerdos... La memoria empieza a diluirse en las cosas recientes; y recental reacio a hierba nueva, se me apega con gozo a las sabrosas ubres del pasado. Pero de todos modos, he de decir en este alto que hago en el camino de mi sangre, que esto que estoy contando no es un cuento; es una historia limpia, que es mi historia: es una vida honrada que he vivido, un estilo que el mundo va perdiendo. A perder y a ganar hecho está el mundo, y yo también cuando la vida quiera; pero lo que yo he sido, gane o pierda, es la piedra lanzada por el aire, que la misma mano que la lanzó no alcanza a detenerla, y sola ha de cortar el aire hasta que caiga. Lo que yo he sido está en el aire, como vuelo de piedra, si no alcancé a paloma. En el aire, que siendo nada, es vida de los hombres; y también en la Epístola que puede desposarlos ante Dios, y me ofrece de espejo a la casada por mi clausura de ciprés y nardo. La Casa, soy la Casa. Más que piedra y vallado, más que sombra y que tierra, más que techo y que muro, porque soy todo eso, y soy con alma. Decir tanto no pueden ni los hombres flojos de cuerpo, bien que imaginen ellos que el alma es patrimonio particular de su heredad. Será como ellos dicen; pero la mía es mía sola. Y, sin embargo, pienso ahora que ella tal vez me vino de ellos mismos, por haberme y vivirme tanto tiempo, o por estar yo siempre tan cerca de sus almas. Tal vez yo tenga un alma por contagio. Y entonces, digo yo: ¿Será posible que no sientan los hombres el alma que me han dado? ¿Que no la reconozcan junto a ella, que no vuelvan el rostro si los llama, y siendo cosa suya les sea cosa ajena? Amanecemos otra vez. Un día nuevo, que será igual que todos. O no será, tal vez... La vida es siempre puerta cerrada tercamente a nuestra angustia. Día nuevo. Hombres nuevos se me acercan. La calle tiene olor de madrugada, que es un olor antiguo de neblina, y mujeres colando café por las ventanas; un olor de humo fresco que viene de cocinas y de fábricas. Es un olor antiguo, y sin embargo, se me ha hecho de pronto duro, ajeno. Súbitamente se ha esparcido por mi jardín, venida de no sé dónde, una extraña y espesa nube de hombres. Y todos burbujean como hormigas, y todos son como una sola mancha sobre el trémulo verde... ¿Qué quieren esos hombres con sus torsos desnudos y sus picas en alto? El más joven ya viene a mí... Alcanzo a ver sus ojos azules e inocentes, que así, de lejos, se me han parecido a los de nuestra Ana María, ya tan lejanamente muerta... Y no sé por qué vuelvo a recordarla ahora. Bueno, será por esos ojos, que me miran más cerca ya, más fijos... Ojos de un hombre como los demás, que, sin embargo, puede ser en cualquier instante el instrumento del destino. Está ya frente a mí. Una canción le juega entre los labios; con el brazo velludo enjúgase el sudor de la frente. Suspira... La mañana es tan dulce, el mundo todo tan hermoso, que quisiera decírselo a este hombre; decirle que un minuto se volviera a ver lo que no ve por estarme mirando. Pero no, no me mira ya tampoco. No mira nada, blande el hierro... ¡Ay los ojos!... He dormido y despierto... O no despierto y es todavía el sueño lacerante, la angustia sin orillas y la muerte a pedazos. He dormido y despiértome al revés, del otro lado de la pesadilla, donde la pesadilla es ya inmutable, inconmovible realidad. He dormido y despierto. ¿Quién despierta? Me siento despegada de mí misma, embebida por un espejo cóncavo y monstruoso. Me siento sin sentirme y sin saberme, entrañas removidas, desgonzado esqueleto, tundido el otro sueño que soñaba. Algo hormiguea sobre mí, algo me duele terriblemente, y no sé dónde. ¿Qué buitres picotean mi cabeza? ¿De qué fiera el colmillo que me clavan? ¿Qué pez luna se hunde en mi costado? ¡Ahora es que trago la verdad de golpe! ¡Son los hombres, los hombres, los que me hieren con sus armas! Los hombres de quienes fui madre sin ley de sangre, esposa sin hartura de carne, hermana sin hermanos, hija sin rebeldía. Los hombres son y sólo ellos, los de mejor arcilla que la mía, cuya codicia pudo más que la necesidad de retenerme. Y fui vendida al fin, porque llegué a valer tanto en sus cuentas, que no valía nada en su ternura... Y si no valgo en ella, nada valgo... Y es hora de morir. (1958)

lunes, 5 de agosto de 2013

INFORMACIÓN, DESARROLLO Y CASANARE: ¿QUÉ TANTO SABEMOS USAR LA INFORMACIÓN? Una reflexión de Luis Emiro Álvarez Desde el año 1956 en Colombia se estudia una disciplina que hoy tieneun futuro promisorio: bibliotecología. También se conoce como biblioteconomía en paises como España, Brasil y Argentina. Con patrocinios internacionales la Universidad de Antioquia viene formando lideres en la gestión de la información en todo el continente iberoamericano (es decir, aquellos paises de habla española y portuguesa). Muchos profesionales de otros paises se prepararon con la financiación de la Fundación Rocherfeller, con becas de la UNESCO y la OEA. A partir de la década de los años 80, las universidades de La Salle y Pontificia Javeriana de Bogotá abren programas paralelos y hoy cada una marca su propia tendencia. La Universidad de Antioquia se ha caractirzado por hacer énfasis en la atención a los usuarios, la formación ciudadana y la biblioteca pública. La Javeriana atiende las demandas de información del sector privado e industrial, fomenta los centros de documentación y la Universidad de la Salle es experta en la formación de archivístas. La universidad del Quindio toma un liderazgo con la formación a distancia. En los últimos cinco años el INPAU, es una escuela tecnológica que ha abierto un programa a este nivel. Además, el SENA, quien lideró la metodología desde las mesas sectoriales para la formulación de las normas de competencia individual del personal que labora en las bibliotecas y archivos del país, viene desarrollando una currícula hacia la gestión de la biblioteca pública para el municipio colombiano en convenio con el Ministerio de Cultura. La gestión pública en el país actualmente invierte en la construcción de bibliotecas públicas, cuentas con una legislación fuerte en esa línea de desarrollo y acumula una experticia modelo a nivel continental. Aún así, los costos bibliotecarios son altisimos mientras no dimensionemos el valor de la información y desconozcamos los indicadores económicos que les genera a aquellos que si conocen qué es información y para que sirve. Pero, ¿A qué se debe tal auge? se debe a las tendencias del desarrollo social, económico, cultural y político de América Latina en los últimos sesenta años. De algún modo, los latinoamericanos estamos en el ojo del huracán, todo el mundo nos tiene en su lente objetiva: contamos con los recursos naturales e hidricos que les falta al resto del planeta... aunque nos falta aprender a trabajar en equipo. Cómo nos sobran tantas cosas que a millones en el mundo les toca a cuentagotas, poco o nada nos importa perder la solidaridad y otros valores humanos que nos permitirían entender a que se referían los sabios colombianos en los años 90 cuando hablaban de "Colombia al filo de la oportunidad". Hoy, entre otros desafiós, nos corresponde contar con la información antes, durante y después de la toma de decisiones. La improvisación es el nuevo pecado capital y, quien dispone de la información dispone de la asertividad. Nos cabe la siguiente pregunta: ¿Qué tanto sabemos usar la información? Con la pregunta del parrafo anterior, centremos la atención en Casanare, en la orinoquia, en este territorio y en nuestra formación profesional. Cuentan que desde la penúltima década del siglo XIX el Congreso de los Estados Unidos contrataba un bibliotecario experto por cada país del mundo. Su tarea era recopilar toda la información relevante de su país de orugen. En esa biblioteca reposan joyas bibliográficas de las cuales nosotros, por muy colombianistas que seamos, ignoramos. No es en vano que varias de las normas bibliotecarias que usamos fueron generadas en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y que fuera un profesor de matemáticas, el norteamericano Melvyn Dewey, quien diseñara el sistema de ubicación toponimica de las colecciones en las estanterías y que se usa hoy en el 80% de las bibliotecas del continente. El desafío al que nos vemos abocados es el promover la lectura y la escritura desde la más tierna infancia entre todos los Casanareños, el aprender a usar la información para aprender a movernos en el mundo de la globalización, de tu a tu cualquiera ciudadano del mundo, en condiciones leales de paridad y respeto... He ahí, que las TIC's de la manos de la bibliografía tradicional, son ahora las nuevas herramientas que permitirán una gestión del conocimiento con sentido social y competitivo. Quino, el autor de Mafalda, por los años 70, acuño una expresión que nos resume esta reseña: JUSTO CUANDO ME SUPE TODAS LAS RESPUESTAS DE LA VIDA, ME CAMBIARON LAS PREGUNTAS. publicado en mayo 2013 - Nª 3
LAS PREGUNTAS SIEMPRE SE HAN REFUGIADO EN UNABIBLIOTECA por Luis Emiro Alvarez "DICCIONARIO: De tu espesa y sonora profundidad de selva, dame, cuando lo necesite, un solo trino, el lujo de una abeja, un fragmento caído de tu antigua madera perfumada por una eternidad de jazmineros, una sílaba, un temblor, un sonido, una semilla: de tierra soy y con palabras canto". Pablo Neruda PARA CONOCER Con las palabras nacieron las preguntas y con las preguntas el conocimiento y en esa misma ruta nació la necesidad de comunicarnos. ¿Qué surgió primero y qué después? Sobre esta reflexión no dispongo de datos al respecto. A la mano si hay muchos testimonios sobre la intención de conservarlos o de destruirlos; por eso existe la historia y, entre sus disciplinas, la bibliología o el estudio de la memoria escrita en todas las culturas de la humanidad. En torno a la compilación de la memoria humana fueron creadas las instituciones que salvaguardan todo lo que hombres y mujeres han querido recordar u olvidar. Parece que con las preguntas también nacieron las contradicciones. Por eso no es descabellado afirmar que fueron las preguntas las que decidieron vivir en las bibliotecas. Por lo tanto, tampoco es ilógico suponer que las bibliotecas sobrevivirán a todas las tecnologías creadas para conservar la memoria humana, dado que el conocimiento se construye de la necesidad de resolver las preguntas del momento. En inherente a la condición humana la investigación, he ahí la necesidad de los libros en cualquiera de sus formatos: tablas cuneiformes, rollos de papiro, códices, folios, opúsculos, periódicos, folletos, facsímiles, atlas, tesinas, antologías, memorias, índices, repertorios, hasta la in-numerada gama calidoscópica de opciones que propician la Web 2.0 y la Web 3.0. PARA HABLAR, Tampoco es exagerado afirmar que cuando necesitamos prepararnos para hablar bien, buscamos la documentación. Hay testimonios de su existencia desde los tiempos antiguos. Cuentan de la biblioteca de Asurbanipal, a quien su padre le había escrito: "escribe mi nombre al lado del tuyo". ¿Los hombres del poder serían los primeros en escribir?. Para Socrates (ciudadano de Grecia, 470 - 399 a. c.), maestro de la mayéutica, es decir, creador del arte de hablar con una intención pedagógica a partir de la pregunta, no era muy amigo de los libros porque, según él, enfriaban de algún modo el pensamiento y daba por sentado que el conocimiento en los libros no estimulaba la memoria. Es una referencia popular recordar a Sócrates afirmando que "Sólo sabía que nada sabía". Lo que él no intuyó ni alcanzó a vivir lo suficiente fue constatar que son los libros los que soportan el universo de las preguntas. Y han sido las preguntas las ruedas de la historia... Cada cambio de paradigmas se ha fincado en una pregunta bien formulada. PARA ESCRIBIR, Cuando hemos requerido de dar constancia de nuestros pasos durante la presencia en la tierra, nos damos a escribir.Siempre han existido normas de estilo. Antes se les llamaba retórica, preceptiva, gramática, entre otros términos. Hoy las asociaciones y/o las entidades internacionales generan sus normativas para orientar la elaboración sus escritos bajo unas intencionalidades, unas lógicas que, a su vez, refrendan unos intereses institucionales. Desde Feijoo hasta ICONTEC(Instituto Colombiano de Normas Técnicas) , olas APA(Asociation Psicological American) , entre otras autoridades o entidades pautan unas líneas para expresar la ciencia, el arte y la cultura en el mundo globalizado y local...Una competencia de las cual no nos hablan los ECAES (Exámenes de Calidad de la Educación Superior, en Colombia) es comprender políticamente el concepto de GLOCALIDAD. PARA ESCUCHAR Cuando requerimos del milenario ejercicio de escucharnos a nosotros mismos, buscamos los lugares donde celebramos el silencio. Coinciden los estudiosos de las ciencias humanas en señalar la necesidad de lo divino y, en esa dimensión la encontramos allí donde convenimos como acuerdo social unos usos comunes. Por eso las bibliotecas son los templos del silencio. El conocimiento se acuna allí, más abrigadamente, donde cultivamos el encuentro entre el silencio y la reflexión.Las TIC's también se dejan acariciar en ambientes de concentración, serenidad y atención. Si esta muy acelerado, si es víctima del stress una partidita de ajedrez y un oloroso tinto, algunos ejercicio de yoga admirando las mil y unas mariposas son una alternativa poco costosa. Visita tu biblioteca UNITROPICO. Fue publicado en julio de 2012 en UNITROPICO IN-FORMA, nº 4

viernes, 19 de julio de 2013

del ajedrez en la biblioteca:

Muy interesante estuvo la simultanea de ajedrez el sábado primero de junio. Las fotografías lo dicen todo. Primer puesto para Jhon (lado izquierdo) y segundo puesto para Oswaldo(lado derecho) Ambos son estudiantes del programa de ingeniería civil. MIs felieictaciones y muchas gracias al profesor Héctor Hugo Chnome, alma de este taller y mil gracias también al joven Jhon Sebastiàn Salcedo quién tomó los registros fotográficos que podemos observar.
Desde hace mucho tiempo el ajedrez y las bibliotecas son una combinación muy interesante. La biblioteca es un hospicio de lujo para estas fulminantes fichas de juego. La presencia del ajedrez, es de por sí, una amable invitación al silencio. Los jugadores, se reprochan sus manifestaciones jolgóricas, efusivas, intempestivas o agresivas cuando no las pueden controlar. Los libros son los cómplices de esas gestas interminables. Sesenta y cuatro casillas, treinta y dos blancas en contraste con treinta y dos negras, marcando la eternidad de los caminos y sus cruces. Los caballos y su fogocidad, el rigor y la vigilancia de los alfiles. Las torres y su fortaleza. El poder de las reinas y la intocabilidad del rey. Sólo hacen falta los jugadores que casi siempre son lectores y los lectores que casi siempre juegan al ajedrez. La biblioteca de UNITROPICO no se podía quedar atrás y el sábado primero de junio convoca a la primera simultanea. El profesor Héctor Hugo Chinome, él señor de la gafitas, que calcula las palabras cuando habla de física, física cuántica, ecuaciones , el de la mirada atenta, el mismo que se pierde en la pantalla de computador cuando "juego con la máquina y quedamos en tablas" nos dice satisfecho y con algo de pena. Este profesor tiene un modo especial de promover esos discursos para acceder a los mundos de la ciencia y la probabilidad. A veces lo preocupan las estadísticas del servicio... pero comprende que aprender a pensar es una actividad que se toma su tiempo y, en la cual, vamos entrando paulatinamente. Es una contradicción difícil de ilustrar: lo más serio de la vida, como una jugada de ajedrez, sólo se aprende jugando. Las novias y las esposas de cualquier parte del mundo terminan declinando sus riñas de celos ante ese tablero arrollador y quita tiempo. El profesor Buitrago se siente contento cuando encontró esos cómplices en los ratones de biblioteca para promover el deporte ciencia que se impone en Casanare y en la Universidad Unitropico jugar ajedrez da otro estatus. No se pierda esta gesta del sábado, estemos atentos a estos enfrentamientos que concluyen en una limpia y franca sonrisa con un ferviente apretón de manos, mirándose a los ojos y musitando un GRACIAS lleno de vida, mientras en silencio se retan para la próxima revancha. Nos queda en el tintero cuidar que los lectores se vuelvan jugadores y los jugadores sigan leyendo. ajedrez según jorge luis borgés I En su grave rincón, los jugadores rigen las lentas piezas. El tablero los demora hasta el alba en su severo ámbito en que se odian dos colores. Adentro irradian mágicos rigores las formas: torre homérica, ligero caballo, armada reina, rey postrero, oblicuo alfil y peones agresores. Cuando los jugadores se hayan ido, cuando el tiempo los haya consumido, ciertamente no habrá cesado el rito. En el Oriente se encendió esta guerra cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra. Como el otro, este juego es infinito. II Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada reina, torre directa y peón ladino sobre lo negro y blanco del camino buscan y libran su batalla armada. No saben que la mano señalada del jugador gobierna su destino, no saben que un rigor adamantino sujeta su albedrío y su jornada. También el jugador es prisionero (la sentencia es de Omar) de otro tablero de negras noches y de blancos días. Dios mueve al jugador, y éste, la pieza. ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza de polvo y tiempo y sueño y agonía? Lee todo en: Ajedrez - Poemas de Jorge Luis Borges http://www.poemas-del-alma.com/ajedrez.htm#ixzz2UoFKfJmd (4 fotos)

Del ajedrez en las bibliotecas, una evidencia

sábado, 15 de junio de 2013

Francisco javier

fjavierb and Cooperación Internacional / Marketing / Alfabetización informacional in Francisco Javier Bolaños (fjavierb)

Yamid

ALFIN UNIVERSIDADES DE COLOMBIA and http://www.infolitglobal.net/directory/en/browse/country/co in Yamid Leyva Palencia (yamidleyva)

Bibliotic 2013

ligiamerchan in Ligia Merchan (ligiamerchan)

Alfabetización Informacional

justinaluz and Documentos2 / Recursos / Guias y tutoriales / Alfabetización Informacional in Justina (justinaluz)

Gestión de información

http://www.rutgers.edu/ in (monicainfante)

ALFIN

slizarme in Silvia (slizarme)

Música

Investigación sobre música colombiana et http://www.comfamiliar.com.co/opencms/opencms/comfamiliar/Servic dans Cristina (crisisgira)

Evidencia de una experiencia

luisemiroalvarez and free tools express / www.umich.edu/ in luis/emiro alvarez (luisemiroalvarez)

ALFIN - Desarrollo de Habilidades Informacionales - Conceptos e Información general (Evidencias)

ALFIN - Desarrollo de Habilidades Información Generica in diego morales (diego_hedonist)

Presentación

Taller 2 Pearltrees

Ingrese a www.pearltrees.com y cree un árbol de perlas con su interés para compartirlo a través de la publicación en este blog.

Encuesta diagnóstica sobre el nivel de mis habilidades informativas

Por favor ingresa a esta encuesta y contestala:

http://goo.gl/obrLm

Taller ALFIN

Por favor ingrese al siguiente Prezi, (se requiere abrir una cuenta en Prezi) y conteste a las siguientes preguntas:
http://prezi.com/cjs1u4uc5dsx/edit/?auth_key=45ujhu0&follow=o0b6rx4lacmr