lunes, 5 de agosto de 2013

INFORMACIÓN, DESARROLLO Y CASANARE: ¿QUÉ TANTO SABEMOS USAR LA INFORMACIÓN? Una reflexión de Luis Emiro Álvarez Desde el año 1956 en Colombia se estudia una disciplina que hoy tieneun futuro promisorio: bibliotecología. También se conoce como biblioteconomía en paises como España, Brasil y Argentina. Con patrocinios internacionales la Universidad de Antioquia viene formando lideres en la gestión de la información en todo el continente iberoamericano (es decir, aquellos paises de habla española y portuguesa). Muchos profesionales de otros paises se prepararon con la financiación de la Fundación Rocherfeller, con becas de la UNESCO y la OEA. A partir de la década de los años 80, las universidades de La Salle y Pontificia Javeriana de Bogotá abren programas paralelos y hoy cada una marca su propia tendencia. La Universidad de Antioquia se ha caractirzado por hacer énfasis en la atención a los usuarios, la formación ciudadana y la biblioteca pública. La Javeriana atiende las demandas de información del sector privado e industrial, fomenta los centros de documentación y la Universidad de la Salle es experta en la formación de archivístas. La universidad del Quindio toma un liderazgo con la formación a distancia. En los últimos cinco años el INPAU, es una escuela tecnológica que ha abierto un programa a este nivel. Además, el SENA, quien lideró la metodología desde las mesas sectoriales para la formulación de las normas de competencia individual del personal que labora en las bibliotecas y archivos del país, viene desarrollando una currícula hacia la gestión de la biblioteca pública para el municipio colombiano en convenio con el Ministerio de Cultura. La gestión pública en el país actualmente invierte en la construcción de bibliotecas públicas, cuentas con una legislación fuerte en esa línea de desarrollo y acumula una experticia modelo a nivel continental. Aún así, los costos bibliotecarios son altisimos mientras no dimensionemos el valor de la información y desconozcamos los indicadores económicos que les genera a aquellos que si conocen qué es información y para que sirve. Pero, ¿A qué se debe tal auge? se debe a las tendencias del desarrollo social, económico, cultural y político de América Latina en los últimos sesenta años. De algún modo, los latinoamericanos estamos en el ojo del huracán, todo el mundo nos tiene en su lente objetiva: contamos con los recursos naturales e hidricos que les falta al resto del planeta... aunque nos falta aprender a trabajar en equipo. Cómo nos sobran tantas cosas que a millones en el mundo les toca a cuentagotas, poco o nada nos importa perder la solidaridad y otros valores humanos que nos permitirían entender a que se referían los sabios colombianos en los años 90 cuando hablaban de "Colombia al filo de la oportunidad". Hoy, entre otros desafiós, nos corresponde contar con la información antes, durante y después de la toma de decisiones. La improvisación es el nuevo pecado capital y, quien dispone de la información dispone de la asertividad. Nos cabe la siguiente pregunta: ¿Qué tanto sabemos usar la información? Con la pregunta del parrafo anterior, centremos la atención en Casanare, en la orinoquia, en este territorio y en nuestra formación profesional. Cuentan que desde la penúltima década del siglo XIX el Congreso de los Estados Unidos contrataba un bibliotecario experto por cada país del mundo. Su tarea era recopilar toda la información relevante de su país de orugen. En esa biblioteca reposan joyas bibliográficas de las cuales nosotros, por muy colombianistas que seamos, ignoramos. No es en vano que varias de las normas bibliotecarias que usamos fueron generadas en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y que fuera un profesor de matemáticas, el norteamericano Melvyn Dewey, quien diseñara el sistema de ubicación toponimica de las colecciones en las estanterías y que se usa hoy en el 80% de las bibliotecas del continente. El desafío al que nos vemos abocados es el promover la lectura y la escritura desde la más tierna infancia entre todos los Casanareños, el aprender a usar la información para aprender a movernos en el mundo de la globalización, de tu a tu cualquiera ciudadano del mundo, en condiciones leales de paridad y respeto... He ahí, que las TIC's de la manos de la bibliografía tradicional, son ahora las nuevas herramientas que permitirán una gestión del conocimiento con sentido social y competitivo. Quino, el autor de Mafalda, por los años 70, acuño una expresión que nos resume esta reseña: JUSTO CUANDO ME SUPE TODAS LAS RESPUESTAS DE LA VIDA, ME CAMBIARON LAS PREGUNTAS. publicado en mayo 2013 - Nª 3
LAS PREGUNTAS SIEMPRE SE HAN REFUGIADO EN UNABIBLIOTECA por Luis Emiro Alvarez "DICCIONARIO: De tu espesa y sonora profundidad de selva, dame, cuando lo necesite, un solo trino, el lujo de una abeja, un fragmento caído de tu antigua madera perfumada por una eternidad de jazmineros, una sílaba, un temblor, un sonido, una semilla: de tierra soy y con palabras canto". Pablo Neruda PARA CONOCER Con las palabras nacieron las preguntas y con las preguntas el conocimiento y en esa misma ruta nació la necesidad de comunicarnos. ¿Qué surgió primero y qué después? Sobre esta reflexión no dispongo de datos al respecto. A la mano si hay muchos testimonios sobre la intención de conservarlos o de destruirlos; por eso existe la historia y, entre sus disciplinas, la bibliología o el estudio de la memoria escrita en todas las culturas de la humanidad. En torno a la compilación de la memoria humana fueron creadas las instituciones que salvaguardan todo lo que hombres y mujeres han querido recordar u olvidar. Parece que con las preguntas también nacieron las contradicciones. Por eso no es descabellado afirmar que fueron las preguntas las que decidieron vivir en las bibliotecas. Por lo tanto, tampoco es ilógico suponer que las bibliotecas sobrevivirán a todas las tecnologías creadas para conservar la memoria humana, dado que el conocimiento se construye de la necesidad de resolver las preguntas del momento. En inherente a la condición humana la investigación, he ahí la necesidad de los libros en cualquiera de sus formatos: tablas cuneiformes, rollos de papiro, códices, folios, opúsculos, periódicos, folletos, facsímiles, atlas, tesinas, antologías, memorias, índices, repertorios, hasta la in-numerada gama calidoscópica de opciones que propician la Web 2.0 y la Web 3.0. PARA HABLAR, Tampoco es exagerado afirmar que cuando necesitamos prepararnos para hablar bien, buscamos la documentación. Hay testimonios de su existencia desde los tiempos antiguos. Cuentan de la biblioteca de Asurbanipal, a quien su padre le había escrito: "escribe mi nombre al lado del tuyo". ¿Los hombres del poder serían los primeros en escribir?. Para Socrates (ciudadano de Grecia, 470 - 399 a. c.), maestro de la mayéutica, es decir, creador del arte de hablar con una intención pedagógica a partir de la pregunta, no era muy amigo de los libros porque, según él, enfriaban de algún modo el pensamiento y daba por sentado que el conocimiento en los libros no estimulaba la memoria. Es una referencia popular recordar a Sócrates afirmando que "Sólo sabía que nada sabía". Lo que él no intuyó ni alcanzó a vivir lo suficiente fue constatar que son los libros los que soportan el universo de las preguntas. Y han sido las preguntas las ruedas de la historia... Cada cambio de paradigmas se ha fincado en una pregunta bien formulada. PARA ESCRIBIR, Cuando hemos requerido de dar constancia de nuestros pasos durante la presencia en la tierra, nos damos a escribir.Siempre han existido normas de estilo. Antes se les llamaba retórica, preceptiva, gramática, entre otros términos. Hoy las asociaciones y/o las entidades internacionales generan sus normativas para orientar la elaboración sus escritos bajo unas intencionalidades, unas lógicas que, a su vez, refrendan unos intereses institucionales. Desde Feijoo hasta ICONTEC(Instituto Colombiano de Normas Técnicas) , olas APA(Asociation Psicological American) , entre otras autoridades o entidades pautan unas líneas para expresar la ciencia, el arte y la cultura en el mundo globalizado y local...Una competencia de las cual no nos hablan los ECAES (Exámenes de Calidad de la Educación Superior, en Colombia) es comprender políticamente el concepto de GLOCALIDAD. PARA ESCUCHAR Cuando requerimos del milenario ejercicio de escucharnos a nosotros mismos, buscamos los lugares donde celebramos el silencio. Coinciden los estudiosos de las ciencias humanas en señalar la necesidad de lo divino y, en esa dimensión la encontramos allí donde convenimos como acuerdo social unos usos comunes. Por eso las bibliotecas son los templos del silencio. El conocimiento se acuna allí, más abrigadamente, donde cultivamos el encuentro entre el silencio y la reflexión.Las TIC's también se dejan acariciar en ambientes de concentración, serenidad y atención. Si esta muy acelerado, si es víctima del stress una partidita de ajedrez y un oloroso tinto, algunos ejercicio de yoga admirando las mil y unas mariposas son una alternativa poco costosa. Visita tu biblioteca UNITROPICO. Fue publicado en julio de 2012 en UNITROPICO IN-FORMA, nº 4